20 ene 2012

La revisión de una historia conocida hasta la saciedad


Fincher es un director que nunca deja indiferente. Es de una nueva escuela que triunfa en festivales y entre las nuevas generaciones de cinéfilos, valiéndose de una contundencia visual pocas veces vista, dando gran importancia a la violencia (Seven o El Club de la Lucha) y de historias más que entretenidas.

Con el éxito de la Red Social volvía a situarse en lo más alto del mundo cinematográfico y parece que ha decidido tomarse un descanso haciendo la versión americana de una historia ya llevada al cine, “Millenium: Los Hombres que no Amaban a la Mujeres”. David Fincher siempre ha sido un director al que le gusta adaptar novelas a la gran pantalla, todos los casos anteriores así lo atestiguan, el problema radica en que esta vez, el libro ya ha sido llevado a la gran pantalla de la mano de un sueco. Como punto a favor de Fincher está que la versión sueca del libro no era ninguna cosa del otro mundo, pero no es menos cierto que la saturación de libros y de películas que giran alrededor del libro de Steig Larsson puede volverse en contra del americano.

Daniel Craig y Rooney Mara son más reconocibles que en la versión sueca

Millenium no deja de ser otra cosa que un producto víctima de un mundo globalizado, un libro fácil de leer y de nivel literario mediocre que triunfa en el público con una campaña de Marketing descomunal. Por ello la historia es ya bien conocida por todos, nos dejamos llevar al cine únicamente con la esperanza de que Fincher nos muestre algo nuevo… pero no, no lo hace. Fincher nos vuelve a contar la misma historia, esta vez con un Daniel Craig y una Rooney Mara que, a mi entender, se acercan mucho más a los personajes literarios que en la película sueca. Pero poco más, lo único que aporta Fincher vuelve a ser una puesta en escena muy oscura, propicia para la inquietante historia donde violadores, nazis y mujeres se entrelazan. La comparación entre las dos versiones me parece de lo más ridícula, se resume en que el americano le da un repaso a si antecesora en cuanto a puesta en escena, iluminación y crudeza de las escenas se refiere, en especial la del tutor de Lisbeth, así como demuestra que es un genio rodando escenas de acción.

En resumidas cuentas, recomendable para los fans incondicionales de la saga, pero para aquellos que ya se saben la historia encontrarán la misma película aunque mejor rodada, para la que no creo que merezca la pena pagar otros 8 €

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