10 jun 2013

El más que solvente debut de Monllaó con Hijo de Caín

La primera sensación que tuve cuando empezaron a pasar los créditos de Hijo de Caín fue la de estar pegado a la silla, literalmente, quería moverme, pero la película no me dejaba. Hacía mucho tiempo que no sentía lo mismo con una película, que yo recuerde, desde Buried y esa, precisamente, fue lo segundo que me pasó por la cabeza. Ojalá que Jesús Monllaó crezca mucho más de lo que ha crecido Rodrigo Cortés después de su Buried.

Lo primero que he de decir es que Buried me parece mejor película, más difícil de escribir y más original. Sin embargo, todo lo que prometía Rodrigo Cortés se vino en parte abajo con Luces Rojas. Al igual que Cortés, el de Monllaó es el primer largo que hace y, desde luego, su carrera promete mucho. Habrá que ver si sigue la pendiente ascendente o, por el contrario, se pierde y diluye poco a poco. 

Lo mejor que tiene Hijo de Caín es justo eso, a quien le guste va a seguir al director de cerca, porque lo que ha vivido hasta entonces le ha dejado, como poco, sorprendido. Nico Albert es el hijo mayor de una familia de bien catalana, desde el principio podemos observar una peculiar tensión en la relación padre - hijo que va más allá de la estúpida (como más adelante calificará uno de los personajes) etapa de la adolescencia. Los padres marchan a una fiesta y cuando vuelven... ¡sorpresa!, y ahí os lo dejo. 

Soy José Coronado y sigo siendo el putisimo amo

Sin duda alguna lo mejor que tiene la película es el guión. Al principio puede parecer algo flojo y lleno de obviedades, sin embargo, esas obviedades encajan poco a poco y una a una para preparar los dos giros de guión que se vienen en poco menos de media hora. Monllaó cocina un ambiente a fuego lento, lo deja reposar, que nos empapemos de lo que está sucediendo, de las relaciones y subtramas (llega a tener hasta un rollo Kárate Kid) de cada uno de los personajes para que todo explote, como la pecera, y se vengan, a continuación, 30 minutos frenéticos donde se nos agarra del brazo y echamos a correr sin ver lo que tenemos delante, nos encontramos sobrepasados con lo que está ocurriendo ante nuestros ojos. 

La película, como cualquier ópera prima y no solo ópera prima, tiene sus trucos y, aquí voy a fardar de mis clases de guión, tiene hasta un deus ex machina, bien salvado y que, a no ser que estés muy atento, no vas a darte cuenta hasta que salgas de la sala y reflexiones sobre la película (suponiendo que sepas lo que es un deus ex machina. Por el contrario, tenemos una construcción de personajes magnífica, todos simples realizando bien su función, pero llenos de detalles (sobretodo el de Coronado) necesarios para comprender sus comportamientos al final de la película. Coronado está sublime, como en esa segunda juventud que está viviendo, si está hasta guapo, ¡coño!. El niño te deja frío, en todos los aspectos, hace bien su papel y hasta ahí, como el resto de los intérpretes, sólo señalar que la niña que hace de Laura es encantadora y preciosa.

El último consejo que os doy no es que vayáis a verla, el consejo que os doy es que vayáis a verla en versión original. La película está rodada en catalán y castellano, según Monllaó quería demostrar la realidad lingüística de Cataluña, seáis catalanistas, separatistas, federalistas, centralistas o como os queráis hacer llamar, dejaos de politiqueos baratos e id a verla en catalán, más que nada porque el doblaje es horrible. De nada.

@patotastico

18 feb 2013

Huérfano los jueves. Boardwalk Empire

El jueves pasado he terminado de ver dos series pero hasta ahora no he podido subir esto para que me lean los cinco de siempre, en parte porque no he tenido tiempo y en parte porque necesitaba digerir los cuatro capítulos que me han dejado planchado gran parte del fin de semana. 

Para empezar, hablaremos de Mad Men, terminé la quinta temporada el jueves. Sí, lo sé, voy atrasadisimo, tenía grabada toda la temporada en mi IPlus pero llegado el verano me fui de viaje y me quedaban los tres últimos capítulos por ver. Amenzado con que se puedan llevar mi IPlus por no estar en plenas facultades me he lanzado a ver los tres capítulos que me faltaban. Los 45 minutos de cada uno de ellos no me han dejado especialmente conmovido, pero sí me han gustado bastante, lo cual tiene muchisimo mérito cuando he visto los tres últimos capítulos con una brecha de 5 meses entre el noveno y el décimo, lo que hizo que no recordase como debiera donde se encontraba la acción. Sin embargo, ahora que Jon Ham me cae algo mejor, que hay un sorpresón en relación a uno de los personajes que no me gustaba nada y otro que me ha entristecido tremendamente pues os estaréis quedando igual que si no habrías leído nada. El tema es que todo lo bueno de Mad Men ya lo he dicho en incontables ocasiones y como no tengo nada nuevo que aportar sólo podría hacer spoilers y eso sí que no, eso solo lo hago con Melancholia, para que no la veáis. 

Peter Campbell sigue siendo tan idiota como siempre
Lo verdaderamente importante es el final de la tercera, tremenda, excelsa y brillante temporada de Boardwalk Empire. Será muy difícil que Steve Buscemi y compañía tengan entre sus manos un guión tan redondo con unos personajes que den tantísimo juego y alcancen el nivelazo del que han presumido en las  interpretaciones de estos 12 capítulos. La temporada arrancó como debiera, algo mejor que la segunda (la más floja con diferencia de las tres que están emitidas), los primeros capítulos van sembrando el trigo que el huracán va a llevarse por delante en el ecuador de la temporada. A partir del quinto capítulo coge los cinturones, abróchate fuerte que vienen curvas y, sobre todo, viene Gyp Rosetti, interpretado por Bobby Cannavale, como verdadero valor de oro para todos y cada uno de los doce capítulos. Pocos personajes he visto yo tan carismáticos, tan impredecibles, tan queridos y odiados al mismo tiempo y, en especial, tan violentos. Violencia con todas sus letras se respira en cada uno de los 45 minutos, a quien le desagrade la violencia explícita que no vea la serie, directamente, para recordar el Ritz, el primo del socio y el asalto a Tabor Heights mientras Rosetti tiene uno de sus jueguecitos sados. A la sombra del personaje de Rosetti, brillan con luz propia Nucky (más humano e inestable que nunca) su esbirro irlandés y su chica de Nueva Yok. Al Capone y Lucky Lucciano son sólo dos de todo un elenco de mafiosos que se extienden desde la venta de coca en los bajos fondos de Nueva York a los más altos cargos de la justicia estadounidense. ¿Queréis ver lo que es triunfar con una serie? Esto es triunfar con una serie.

Te echaremos de menos Gyp, especialmente tu violencia desmesurada
PD: Me he quedado huérfano los jueves, en parte solo seré curado por la segunda temporada de Girls que empieza ahora en el plus, dudo que House of Cards me entusiasme demasiado, pero habrá que probar a ver qué tal.

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29 ene 2013

Django, no eres tú, soy yo

Existen dos seguidores de Tarantino:

1) El que ama Reservoir Dogs, le gusta muchisimo Pulp Fiction, sabe que existe Jackie Brown y Malditos Bastardos le deja más que frío.

2) El que empezó a ver Tarantino con Kill Bill, le encantan sus trucos y glorifica Malditos Bastardos

El otro día fui a ver Django. Hacía tiempo que no me terminaba de gustar cómo sonaba la palabra "Western" en una película de Tarantino. "Western" en plan con sus desierticos, sus sheriffs y sus caballos, porque "Western" lo que se dice "Western" lleva haciendo Tarantino desde el principio de sus días. Pero mira que a mi me daba en la nariz que ese contexto no le iba a ir al de Tennessee. El problema vino cuando las críticas que estaba recibiendo la película me levantaron bastante el ánimo. Para ser claros, os voy a decir mi veredicto desde el principio: Me ha dejado frío, no tan frío como el congelado de Malditos Bastardos, pero sí lo suficiente para tener un principio de escarcha.

No comprendo donde ve la gente la gracia de alargar la película más de media hora lo debido. Vuelven los trucos de Tarantino, hay una escena larga larguisima con buen diálogo (la de la cena con Di Caprio, a ser verdad de lo poquito que se salva de la película), estética cómic, sangre y violencia a raudales, humor negro y otro bastante absurdo. Si tiene todo esto, ¿por qué no te gusta, amigo? Básicamente porque soy del primer grupo de seguidores de Tarantino.

Ey, tío.


En Reservoir Dogs, utilizaba algunos de estos trucos, en Pulp Fiction otros y en Kill Bill los mezclaba todos de manera extraordinaria para hacer ese peliculón que echan todos los años en Cuatro. Pero te llega el tío a la II Guerra Mundial y te monta un estropicio de cuidado (al menos se carga a Hitler) y te pone todos sus trucos ahí totalmente descompensados y exagerados hasta lo indecible, a los que se le suma un montón de homenajes a distintas películas. En Django los trucos están algo mejor llevados, pero hay en ellos una evidente falta de frescura, no terminan de sorprender, y los homenajes a películas propias y ajenas llega a ser desesperante. Tarantino empieza a ser en sus homenajes lo que Santiago Segura a los cameos en su Torrente.

Retomando la peli. Se hace larga, es un hecho, lo más probable es que en algún momento de la película acabes mirando el reloj. Las actuaciones no me parecen nada destacable, ni si quiera la de Cristoph Waltz (aquí podéis cerrar la página), que por otro lado es el único que se salva de la quema en Malditos Bastardos, y a Django le falta un mundo para ser un héroe a recordar.
Lo mejor, los paisajes.

Salí del cine con una sensación extraña, lo primero que pensé es que Tarantino debería volver al día de hoy y dejar con urgencia las clases de historia, debemos encerrarle en ese videoclub y sólo así y con un poquito de suerte volverá a ser el de antes.

Te gustará si: eres del segundo grupo de seguidores de Tarantino.

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22 ene 2013

Vendedores de humo nivel: Melancholia



"Con dos cojones, Lars", así titularía mi profesor de guión esta ¿crítica? de Melancholia. Yo como soy más fino, diría algo así como: "Ole tú, Von Trier"

La verdad es el que el tío es un genio, ¿cómo se puede engañar a tanta gente con semejante basurilla? porque la película es un ladrillaco del tamaño de Blow Up. Empiezo a estar un poco cansado de directores que me toman por estúpido y creen que no soy lo suficientemente snob para comprender sus películas (¡que yo también tengo gafas de pasta!) o, simplemente, piensan que soy un ignorante más de la plebe.

Sí, soy Lars Von Trier y no, tú no eres apto para mis películas

Bien, has puesto el DVD o el I-Plus a funcionar, reproduces el archivo. ¿Llevas siete minutos viendo fotografías pasar a cámara lenta?, ha llegado la hora de parar la película y dedicarte a otra cosa, porque ya la has visto entera. Pero como decía antes el tío es un genio y tú seguirás ¿disfrutando? de la película, querrás ver hasta donde llegan las sandeces que están pasando por la pantalla. Podrías haber apagado el aparato y aprovechar esas dos horas para avanzar cosicas de clase, pero no, tirarás esas dos horas y acabarás con un cabreo semejante al mío. Luego no digas que no te lo advertí. Podrías reprochármelo con algo de razón, porque no voy a escribir de qué trata la película, descúbrelo por ti mismo. Sólo diré, señor Von Trier, que me sacan de quicio sus personajes, mataría al director de orquesta de la banda sonora y no me dicen absolutamente nada esos colores saturados de los interiores y desaturados de los exteriores.

Sin embargo, a pesar de todo, he de felicitarle, ha conseguido que me mantenga delante del televisor 120 minutos sin ningún tipo de interés en lo que le pueda suceder a Justine, lo fácil era quitar la película y sé que acabaré por ver alguna otra de sus películas, aunque sea por pura curiosidad.

PD: Lo peor de todo es que me acabo de enterar que Lars Von Trier es el director de Dogville. Esta entrada se llama a partir de ahora: "Cómo tocar la gloria y descender a los infiernos en ocho años"

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